La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO) han elaborado la Guía para las cadenas de suministro agrícolas responsables. Con este documento pretenden promover una conducta empresarial responsable y que haya la diligencia necesaria a lo largo de las cadenas de suministro agrícolas, para garantizar que las operaciones agrícolas contribuyen a un desarrollo sostenible, a la reducción de la pobreza, a la seguridad alimentaria y a la igualdad de género.
Es evidente que las empresas que participan en las cadenas de suministro agrícolas pueden crear empleo, mejorar la calidad del trabajo y utilizar la tecnología para aumentar la producción agrícola o reducir la contaminación. No obstante, sus actividades también pueden contribuir a la inseguridad alimentaria, lo que conlleva a la expulsión de comunidades locales de sus tierras. Además, se da la circunstancia de que se denuncia habitualmente casos de trabajo infantil y abusos tanto de los trabajadores emigrantes como de mujeres. La producción de algunos productos agrícolas conduce a la degradación del suelo, el agotamiento de los recursos hídricos y la deforestación.
Ante esta realidad, expertos de la OCDE y la FAO han unido sinergias y conocimiento para elaborar conjuntamente una guía con el fin de ayudar a las empresas a conocer en detalle las normas de conducta empresarial responsable para garantizar que sus operaciones no den lugar a efectos adversos y que contribuyan al desarrollo sostenible.
Así como la tecnología puede ayudar a reducir la contaminación e impulsar la producción agrícola, la creación de empleo o a mejorar la calidad de la mano de obra, también pueden traducirse en deforestación, degradación del suelo, agotamiento de los recursos hídricos e inseguridad alimentaria.
Para luchar contra estos efectos negativos, con motivo de la pasada COP21 sobre cambio climático de París, se puso en marcha un grupo de trabajo de alto nivel centrado en los impactos de las cadenas de suministro agrícolas en materia de derechos humanos, laborales y de tenencia.
Esta guía recoge los estándares que las empresas agrícolas deben tener en cuenta para construir cadenas de suministro responsables. Propone un marco estructurado en cinco pasos, para lograr la debida diligencia, basados en los riesgos a los que se exponen las empresas. Estos pasos consisten básicamente, en, establecer sólidos sistemas de gestión; identificar, evaluar y priorizar los riesgos en la cadena de suministro; diseñar e implementar estrategias para responder a los riesgos; verificar la debida diligencia en las cadenas de suministros y finalmente, explicar e informar sobre la debida diligencia en las cadenas de suministro.
Asimismo, incluye las distintas normas existentes para una conducta empresarial responsable, incluidas las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional, las Directrices de la OCDE para las empresas multinacionales, y los Principios para La inversión responsable en la agricultura y los sistemas alimentarios.
En cuanto a la protección del medioambiente y el uso sostenible de los recursos naturales, la guía recomienda a las empresas que se esfuerzan continuamente para mejorar el desempeño ambiental, esfuerzos entre los que deben incluirse el incremento de la eficiencia en el uso de recursos del consumo energético. Igualmente se debe evitar o en su defecto, reducir, la generación de residuos sean peligrosos o no y garantizar su eliminación segura; prevenir, minimizar y remediar la contaminación y los impactos negativos en el aire, la biodiversidad, los bosques de la tierra, el suelo y el agua; así como disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Fuente: mercadosdemedioambiente.com