Dos alumnos de la Escuela de Empleo Agroecológico de Miguelturra son los artífices de esta idea emprendedora basada en los productos ecológicos y en la elaboración de cremas naturales, a partir de plantas con propiedades beneficiosas para el cuerpo humano
Auspiciada por Tamara Alonso y Miguel Ángel Chinchilla, en un par de meses, aproximadamente por Semana Santa, verá la luz, de forma oficial CAEMI. Dos emprendedores, cansados de no encontrar trabajo y fieles defensores de la ecología y los productos agroecológicos, han decidido dar un paso adelante y emprender.
Tamara Alonso, salmantina, vino a Miguelturra hace cuatro años. El tiempo pasaba y el trabajo no aparecía. Entró en la Escuela de Autoempleo de Miguelturra en busca de nuevos oficios que le aportasen los conocimientos que le permitieran acceder al mercado laboral. Allí encontró la inspiración, junto a otro alumno, Miguel Ángel Chinchilla, para poner en marcha esta cooperativa, de trabajo asociado, que dará rienda suelta a sus aspiraciones empresariales, y lo que es más importante, a sus anhelos ecológicos.
Tamara aún está en la Escuela de Autoempleo de Miguelturra. El primer año disponía de un huerto de 50 m2, para hacer sus prácticas. Este segundo año, el huerto ha aumentado hasta los 1.000 m2 y aunque continúa formándose, ya han comenzado con la cooperativa.
Esta cooperativa, CAEMI, dispondrá de un huerto de 3.000 m2, donde se plantarán todos los productos, que luego se venderán a compradores, individualmente, restaurantes o grupos de consumo. Ahí irán tanto las hortalizas como las plantas aromáticas y habrá tres hectáreas más, donde se plantará el cártamo, una planta cuyo principal interés se centra en la semilla. La variante que ofrece la cooperativa es la educativa, donde niños y adultos podrán descubrir las ventajas que tiene un huerto de estas características.
La cooperativa de trabajo asociado está enfocada en dar servicio a grupos de consumo, restaurantes que elaboren platos con productos ecológicos y como huerto escolar, para que los más jóvenes se vayan iniciando en la importancia de la ecología.
A Tamara se le ilumina la cara cuando habla del huerto escolar, uno de los servicios que ofrecen, y que se puede visitar, individualmente o en grupo, para lo cual disponen de un cuatriciclo sport, a pedales, para recorrerlo. Se trata, indica Alonso, de no contaminar. El visitante apadrina una planta, “le enseñamos a cuidarla y podrán recoger sus frutos”. Es una manera, insiste, de que sean conscientes de la importancia de una alimentación sana, basada en la no contaminación.
Tamara se centraría especialmente en las cremas, elaboradas a partir de plantas como el romero, la caléndula o la verdolaga. Esa sería la parte contributiva al trabajo asociado. La opción de las cremas le viene de las que hacía su madre, allí en Salamanca, y que ella veía hacer. Los recuerdos de aquellos años y la imagen de su abuela, también pendiente de la elaboración de las cremas ha sido la inspiración del nombre de “Los lunares de la abuela”.
Estas cremas naturales, que tienen un precio muy competitivo y ya se las quitan de las manos, están elaboradas con estas tres plantas debido a sus propiedades. Así, el romero reduce la visibilidad de las arrugas y previene la aparición de nuevas. Además, señala Tamara Alonso, es bueno para luchar contra la celulitis y combatir la flacidez. La caléndula está indicada para las estrías e irritaciones de la piel y la verdolaga regenera la piel y es buena para quemaduras, picaduras y durezas. Tamara comenta que los talleres se hacen con estas tres plantas, pero una vez que se sabe cómo hacer cremas la gente puede hacerlas con otras plantas que considere interesantes.
Aprofem y su programa de mentoring
CAEMI está bajo el programa Mentoring de APROFEM, quienes tienen la misión de desarrollar el potencial de las personas emprendedoras, transfiriendo la experiencia y conocimiento del mentor, con la finalidad de crecer.
CAEMI es una cooperativa de trabajo asociado que nace para dar respuesta a la necesidad, cada vez mayor, por parte de la población, de tener acceso a una dieta sana y de calidad. Sus pilares de actuación van, desde nutrir con productos agroecológicos, de elaboración propia, a grupos de consumo, restaurante km 0 y a las personas que deseen adquirir sus productos, hasta recuperar semillas autóctonas para valorizar los recursos naturales de la región, pasando por el fomento de la educación en agroecología a través de visitas al huerto y la elaboración de cremas natrales para la piel, así como talleres con productos del huerto.
Un negocio pensado porque cada vez son más los consumidores que cambian sus hábitos de consumo y no desean productos que procedan de una agricultura intensiva convencional y sí productos generados de manera ecológica. Del mismo modo, intentan luchar por un modo de vida saludable y sostenible, que es lo que proporcionan los productos ecológicos.
Tamara Alonso nos comenta que se han marcado unos objetivos concretos, como son crear Grupos de Consumo –aproximadamente 80 personas- que quieran consumir productos de nuestra huerta ecológica, a los que poder ofrecer productos de proximidad, libres de tóxicos. Igualmente parte de su producción se destinaría a restaurantes próximos a la zona, que incluyan en su carta platos elaborados con productos ecológicos de calidad, que tienen un gran valor nutritivo. Destacar que CAEMI dispone del sello ECO KM0 por parte de la Red Terrae, que certifica y garantiza la producción que tienen.
Se destinaría parte del huerto como Huerto Escolar, dedicado a los niños/as siendo una herramienta necesaria para una educación comprometida con la transición hacia un sistema agroalimentario en armonía con los recursos naturales propios. Para ello, los niños entrarán en contacto directo con el medio y aprenderán a cultivar, plantando y apadrinando una planta de temporada. Igualmente les enseñarán la importancia de las hortalizas en la alimentación. Podrán pasearse en el cuatriciclo sport, donde no solo aprenderán nociones de agricultura sino que verán la importancia de la seguridad vial.
CAEMI será una cooperativa cuyo principal exponente es dar salida a los productos del huerto, sin intermediarios y asegurándose que no pierden calidad. Al no ser transportados.