El arroz cultivado en el parque natural de la marjal de Pego-Oliva, entre Alicante y Valencia, es especialmente recomendable para los bebés, niños de corta edad y celíacos, según los resultados de un estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, en la provincia española de Alicante.
Bajo nivel de arsénico inorgánico
La investigación del grupo de Calidad y Seguridad Alimentaria de la UMH ha situado ese arroz entre los dos de España (junto al del parque nacional andaluz de Doñana) con los niveles más bajos de arsénico inorgánico, catalogado dentro de las diez sustancias químicas consideradas más perjudiciales para la salud.
En una entrevista con Efeagro, una de las personas responsables del estudio, la investigadora y profesora de la UMH Marina Cano, ha asegurado que lo positivo de este trabajo es descubrir que los índices bajos del referido componente tóxico “convierten a este arroz alicantino en muy recomendable para los segmentos de la población más sensibles”, como bebés, niños de corta edad o celíacos.
Los científicos del campus de Orihuela de la UMH llevan años analizado el arsénico en su forma tóxica, la inorgánica, en arroces de todas las partes del mundo, incluidos estos cultivos de la marjal de Pego-Oliva, la única zona de Alicante donde se produce este cereal.
Variedades de Bomba y ‘Bombón’
Se cosecha en las variedades “Bombón”, específica de Alicante, y “Bomba”, las cuales se hallan dentro de la Denominación de Origen Protegida (DOP) “Arroz de Valencia”.
Sus niveles de arsénico “son sorprendentemente bajos”, ha explicado Cano, en referencia a un arroz cultivado en aguas limpias y de manantial que arrojan un valor medio de solo 50 microgramos de arsénico por kilogramo.
El equipo de investigación de Calidad y Seguridad Alimentaria de la Universidad Miguel Hernández de Elche ha determinado que el arroz cultivado en el parque natural de la marjal de Pego-Oliva, entre Alicante y Valencia, es especialmente recomendable para los bebés, niños de corta edad y celíacos. Efeagro/Morell
La Marjal de Pego-Oliva es una zona húmeda con una gran biodiversidad y una excelente calidad en sus aguas, lo que le facilitó ser declarada parque natural en 1994.
Seguro y saludable
Las conclusiones de estos expertos en tecnología agroalimentaria arrojan para las variedades de Pego-Oliva unos resultados “muy positivos” puesto que le sitúan como uno “de los arroces, sin duda, más seguros y saludables”.
“Es un valor (de arsénico) que está muy por debajo de los niveles establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)”, que aconsejan un máximo permitido de 200 microgramos por kilogramo.
Mientras que el arsénico orgánico es metabolizado y eliminado por el organismo, el inorgánico presente en los arroces, debido a su especial forma de cultivo por inundación, “sí es considerado tóxico para el ser humano” y está catalogado por la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) “dentro de las 10 sustancias químicas más perjudiciales para la salud pública”, ha apuntado Cano.
Aunque “no hay que ser alarmistas”, para la científica es muy interesante que se conozcan los beneficios del arroz de Pego-Oliva “porque el resto de arroces de España tienen unos niveles de arsénico superior”.
Población de riesgo
Los resultados del estudio son “especialmente relevantes para poblaciones de riesgo como los niños”, que al tener menor peso en la misma cantidad de arroz pueden consumir más cantidades tóxicas, y “para los celíacos”, porque consumen más cantidad de arroz que la población media al sustituirlo en su dieta por el trigo.
Otro de los datos llamativos del estudio ha sido que, a pesar de que el arroz integral suele tener más niveles de arsénico porque se encuentra en su estado más puro y sería poco recomendable para poblaciones de riesgo, “el arroz integral cultivado en la marjal de Pego-Oliva está totalmente exento de esa problemática y es altamente recomendable”.
El estudio ha sido dirigido por el responsable del grupo de “Calidad y Seguridad Alimentaria” del departamento de Tecnología Alimentaria de la UMH y actual director general de Ciencia e Investigación de la Generalitat, Ángel Carbonell.
Fuente. EFEAGRO