Por su interés, reproducimos la entrevista publicada en La Voz de Galicia
Dos empresas innovadoras del rural solo podían crear una tercera firma llamada a ser un éxito. Así ocurre con Milhulloa y Granxa Maruxa, asentadas en Ulloa, que se han unido para lanzar al mercado una línea de productos de belleza que ya busca ampliar su mercado con nuevos productos de higiene y que espera colocar a la comunidad en el mapa de los cuidados ecológicos
Artículo de L. Míguez, publicado en la Voz de Galicia
Cinco mujeres y un sueño: poner a Galicia en el mapa de la cosmética ecológica. Así nació la firma Muuhlloa, que comercializa productos de belleza. María Álvarez Quintero (Vigo, 1963) es uno de los nombres que se encuentran detrás de esta propuesta, después de dejar su estudio de fotografía y su vida en Vigo y trasladarse al rural para apostar por esta línea de productos que tiene en las plantas naturales y la leche ecológica sus principales ingredientes.
- ¿Cómo nació la iniciativa de crear cosmética ecológica gallega?
Muuhlloa nace de la unión de dos empresas: Milhulloa y Granxa Maruxa. La primera es un laboratorio de ideas para dar valor a las plantas autóctonas, y pionera por ejemplo en el grelo deshidratado. Granxa Maruxa es un lugar idílico que se ha convertido en un referente en el mundo rural y en la producción ecológica, un sitio diferente donde se reúne incluso el arte con el rural. Luego estoy yo, la única urbanita que hasta hace tres años llevaba el estudio de fotografía de mi madre y me vine al rural para empezar este proyecto. Lo creamos para cambiar el concepto de economía en el rural, donde la tendencia era vender solo materia prima y que nos impongan los precios. La idea es transformar un producto excepcional en algo que le dé un valor añadido y controlar nosotros el proceso. Unir la leche ecológica, que ya usaba Cleopatra para bañarse, y las plantas de la zona son dos valores impresionantes.
- ¿Qué balance hacen de sus primeros meses en el mercado?
Presentamos la línea el 26 de noviembre del 2016, después de ir a recoger la crema corporal el día anterior. Sin apoyo de nadie ni nada nos atrevimos a presentarla en el castillo de Pambre y ya solo con lo que vendimos allí pudimos pagar al laboratorio por el encargo. Las mil primeras unidades se fueron en un mes. La verdad es que se vende bien, vamos ya por los 4.000 productos vendidos y estamos desarrollando otras ideas.
- ¿Qué otros proyectos valoran lanzar?
Estamos trabajando en un producto capilar con plantas de la zona y también desarrollando un gel, un champú y una crema de cara. Un laboratorio se encarga de hacer la mezcla de nuestros productos siempre respetando nuestra fórmula. Por ejemplo, la leche corporal lleva un 40 % de leche recién ordeñada. Luego ellos le dan el último toque de formulación para cumplir las normativas y que se pueda vender por toda Europa. En el caso del producto capilar, la receta es de Milhulloa, recuperada del siglo XII, cuando hay escritos sobre que el boj es muy bueno para la alopecia y problemas similares. En este caso se usa ortiga, salvia, cayena y romero.
- La buena respuesta deja el proyecto abierto a muchos planes.
Tuvimos mucho apoyo de los medios por la trayectoria que ya tienen las dos empresas originarias y eso y el boca a boca nos ha facilitado mucho las cosas para llegar a la gente. Además, apostamos mucho por nuestra tierra. Galicia tiene un potencial muy superior en cosmética, más que otros sitios que presumen del sector y todo lo que necesita es apoyo. Estamos muy implicadas en ello.
EN LA AVENTURA QUE EMPRENDIÓ HACE TRES AÑOS, ESTA EMPRESARIA NO DEJA DE DESTACAR EL APOYO INCONDICIONAL DE SU HIJA, QUE TAMBIÉN LES AYUDA CON LA FIRMA.
- ¿Dónde se pueden encontrar sus productos?
Están en unos 90 o 100 puntos de venta en Galicia, sobre todo en farmacias y tiendas de productos ecológicos. También hay alguno en Madrid, Granada o León pero es un camino que aún no hemos explotado porque la idea es hacer cosmética gallega en gallego y de kilómetro cero, por eso lo primero es surtir a Galicia, que los gallegos se aprovechen de la riqueza que tenemos aquí.
- ¿El rural vuelve a resurgir?
No hay mucho apoyo de las administraciones pero hay capacidad por crear, por aprender y nosotros somos un ejemplo. En realidad, esto nace de la mano de cinco mujeres, todas talludas, Anxos, Marta, Carmela, Chus y yo. Queremos demostrar que del rural se puede vivir y nosotras somos ejemplo de ello. Mi hermana y yo nacimos en Vigo, pero ella se vino aquí con 20 años y yo la seguí con 50 y me traje a mi hija, que estudia Ingeniería Química y también nos echa una mano en temas de redes. Me parece muy positivo que las nuevas generaciones vean que se puede vivir aquí.
- Muchos de los nuevos proyectos que surgen están liderados por mujeres...
La mujer en el rural siempre fue una esclava que trabajaba de forma salvaje fuera y dentro de la casa. La vuelta al rural y las iniciativas emprendedoras son cuestiones que están surgiendo poco a poco, pero lo cierto es que estamos muy desprotegidos. Internet no funciona en todas partes, necesitas un coche sí o sí porque no dispones de transporte público y los servicios sanitarios no son igual de accesibles aquí que en una ciudad. Estas complicaciones podrían aligerarse, por ejemplo, con algo tan sencillo como una buena calidad de Internet, que haría que mucha gente pudiera desempeñar su trabajo desde las aldeas. Pero las administraciones van siempre detrás de las personas, se han dado cuenta de que la gente vuelve y hacen alguna campaña, pero van siempre un paso por detrás. No solo hay que apoyar las fábricas, existen mundos que nos pueden dar no solo riqueza, si no también valor.