“Tienes que escuchar a tu cuerpo y a tu entorno. Tu cuerpo es un ecosistema. Tienes que cuidarlo y para ello debes darle biodiversidad. Eso se consigue teniendo buenos hábitos de salud y teniendo un trabajo que te mantenga en equilibrio (eso no es fácil). Pero se trata de tu salud, de tus relaciones, de cómo piensas. Que uno tenga pensamientos tóxicos o no también influye. Se podría decir que hay una filosofía ecológica. De hecho, hay gente que vive en esa filosofía”.
Así se expresa Joseba, el dueño de “La Despensa Ecológica”, la primera tienda con productos ecológicos de Ciudad Real y de Castilla-La Mancha. Abrió sus puertas en el año 2001, hace ya 17 años. Una tienda que tiene un antes y un después. Antes, cuando Joseba, vasco con raíces manchegas, vivía en el País Vasco y sentía inclinación por el Medio Ambiente. “Siempre me ha gustado el campo y quería iniciarme como agricultor ecológico”. Trabajaba en un sector muy diferente al actual. Trabajaba en la hostelería y se dio cuenta que aquello no formaba parte de él. Entonces decida darle un giro a su vida y se viene a Viso del Marqués (Ciudad Real), de donde es su madre. Corría el año 1992 y comienza con una pequeña explotación ecológica. Un año después se inscribe en el registro de agricultura ecológica. En 1994 participa en un curso de agricultura ecológica y conoce a la que hoy es su mujer. Eran años donde la ecología no estaba tan desarrollada como actualmente y costaba mucho vender los productos. Sus inquietudes le llevan a formar parte de un grupo heterogéneo de consumo llamado La Noria. Aquello no avanzaba y se decidió por abrir la tienda.
P. ¿Fue duro el comienzo ?
R. Vivíamos del sueldo de mi mujer. Las ayudas que había eran muy peculiares. Tú pagabas tus mensualidades como autónomo y al año o 2 años (no recuerdo ya) te devolvían lo cotizado. Yo pagaba 250euros mensuales y el problema era si no llegaba al año. Al principio mucha gente confundía ecológico con transgénico y había que explicarles la diferencia que había y que no eran productos iguales.
Hoy continúas informando a los clientes, pero ya es distinto. Poco a poco va surgiendo una cultura de lo ecológico, de lo medioambiental. Pasamos de tener que explicar por qué un producto ecológico es más caro que un producto de agricultura tradicional, a que la gente entiende que debe ser más caro porque es más saludable y requiere otros cuidados diferentes a la agricultura tradicional.
P. ¿Producto ecológico es igual que producto limpio?
R. Lo ecológico va ligado a certificación. Tienes que pagar por demostrar que no contaminas, cuando debería ser al contrario. Debería pagar el que contamina. Ha habido gente que se ha desligado de la certificación y se ha buscado su propia certificación. El cliente busca algo natural y la certificación pasa a un segundo plano. Vienen por cuestión de confianza. Confían en ti. Buscan un producto limpio, que sepan de donde viene, que no haya explotación laboral en su producción. Que sea sostenible etc.
P ¿La agricultura ecológica es una forma de vida?
R. Es una filosofía, o debe serlo, ya que si no lo es, entonces falla. Yo no puedo hacer agricultura ecológica si lo que busco es una subvención o una forma de subsistir.
Cuando yo quiero producir en ecológico lo más importante es mi tierra. Cuanto más sostenible sea la tierra, mejor. Hay que cuidarla para darle un enfoque hacia lo ecológico.
P ¿Cómo consigo que mi tierra sea ecológica?
R. La tierra es un ecosistema y tiene que tener biodiversidad. Recuerdo que cuando yo compre mi tierra, tenía un pozo tapado, no había árboles ni setos. Lo primero que hice fue limpiar el pozo, plantar árboles y hacer un seto. Todo esto hace que lleguen aves insectívoras, que controlan las plagas. Por mi tierra ha sobrevolado el águila imperial, han entrado ginetas etc, eran animales que nunca habían pasado por allí. Se había facilitado un hábitat. Se trata de tener cierta sensibilidad y actuar en un sistema para que éste realice su papel. Se trata de un rompecabezas y hay que encajar y engranar bien las piezas.
Es lo que hablábamos antes, se trata de una filosofía, de una forma de vida, de tener sensibilidad para hacer determinadas acciones que van a producir reacciones muy positivas en la tierra.
La conversación deriva hacia el producto ecológico y el productor ecológico. Joseba es de la opinión de que el productor ecológico es el que produce, con una filosofía ecológica, dentro de un agrosistema. El propio productor se puede convertir en elaborador ecológico, envasando sus productos, con lo que el valor añadido de la transformación repercute en el productor. Esto conlleva tener una infraestructura adecuada para realizar el trabajo. Hay veces que esta opción no la puede realizar el productor por lo que debe buscar un elaborador que la haga, teniendo siempre presente criterios ecológicos para realizarlo.
Joseba cree que el producto ecológico es sinónimo de seguridad, desde el punto de vista que el productor ecológico es biodiverso y cosecha varios productos, con lo cual si uno tiene mala cosecha un año quedan los demás, que mantienen tu economía. A este respecto se diversifica el riesgo, habiendo más estabilidad. A esto se añade que el precio del producto ecológico se mantiene estable todo el año. No hay fluctuaciones y eso produce estabilidad.
En una tienda ecológica se encuentra prácticamente de todo, como reconoce Joseba. En “La Tienda Ecológica” hay desde productos cosméticos, hasta semillas, hortalizas, productos de desayuno o carne. Una rica variedad de productos los que se pueden encontrar en tiendas ecológicas.