Los avances en digitalización permiten que las granjas dispongan de tecnología que les permita chequear promenorizadamente a los animales y esto redunde tanto en la salud del propio ganado como en la economía del granjero.
Son tecnologías que ya están implantadas en decenas de explotaciones españolas, a un “click” de distancia, que recogen multitud de datos, tales como patrones de movimiento e ingesta de alimentos del animal, evolución de su peso, temperatura corporal, localización o detección del celo, según los últimos avances consultados por Efeagro.
Collares inteligentes
Estos dispositivos llegan a tener tal uso y aceptación que muchos ganaderos “se levantan y lo primero que hacen es consultarlos en vez de mirar el Whatsapp”, señala Rubén Blanco, socio cofundador de “Digitanimal”.
Blanco -ganadero e ingeniero industrial-, recuerda que Digitanimal nació de una necesidad surgida al darse cuenta de la dificultad de localizar en el campo a terneros recién nacidos aquejados de una diarrea vírica mortal en 24-36 horas. Contactó con dos amigos -un ingeniero de telecomunicaciones y un físico- y se pusieron manos a la obra para dar con la tecnología que le permitiese localizar de forma instantánea al ganado.
Así nació Digitanimal hace cinco años y se materializó a través de un dispositivo de localización GPS colocado en la correa de los animales.
Cuando el animal tiene colocado este collar, el ganadero puede saber no sólo dónde se encuentra un animal, sino también su temperatura superficial o sus movimientos; datos que informan sobre su salud y bienestar y que el granjero puede consultar a través de una app o en el ordenador. Ahora su prioridad es ofrecer el servicio de detección de celos y partos, detalla Blanco.
Tiene claro que Digitanimal permite reducir costes de producción y aprovechar mejor el tiempo: “saber dónde están los animales te ahorra tiempo de búsqueda y controlar su comportamiento puede anticipar problemas” de salud para tratarlos prematuramente. El coste individual es de 149,95 euros +IVA y ofrecen paquetes asesorando al ganadero según sus necesidades.
Actualmente, hay 15.000 dispositivos funcionando en más de 50 países; más de 10.000 de ellos instalados en España. La empresa tiene demanda para ganado extensivo (vacuno, ovino, caprino y equino) e intensivo y ahora ha dado un salto más porque ha lanzado también una báscula digital inteligente, colocada normalmente en bebederos, que controlan el peso de cada cabeza de ganado “en todo momento”.
El siguiente paso se centra en la trazabilidad para dar toda la información al consumidor final sobre el animal al que pertenece esa carne que quiere comprar y para ello se han enrolado en el proyecto europeo Cattlechain.
El pendiente digital
Un arranque parecido tuvo la aplicación SmartBow, hoy bajo el paraguas de la compañía Zoetis, pero que remonta sus inicios ha hace una década cuando un ingeniero -hijo de ganaderos- se percató de que no había tecnología suficiente en el mercado para chequear con precisión cada animal, en este caso centrado en el vacuno lechero en intensivo.
Según apunta el especialista en SmartBow, Eerik Bataller, este dispositivo colocado en la oreja del animal (como un pendiente) mejora las ratios de detección del celo: “consigue una detección muy alta, por encima del 95 %”. Es una ventaja porque le permite al granjero ahorrar costes en tratamientos hormonales y protocolos reproductivos al saber con mayor certeza el momento idóneo de inseminación del animal. De esta manera, puede incluso “invertir en comprar semen de más calidad” para la vaca al conseguir adelgazar la factura de otras partidas como las hormonas.
También puede testar el tiempo de rumia, es decir, el comportamiento alimenticio del ganado o precisar su geolocalización, datos que pueden dar pistas sobre su salud para actuar cuanto antes si es necesario. Conocer los patrones de rumia, detección de celo y localización son, “todo junto, una información que monitoriza muy bien al animal y permite saber qué está haciendo o qué le pasa”, indica.
Smartbow permite que toda esta información se almacene en la nube y pueda visualizarla el productor en su ordenador, móvil o tablet así como activar alertas vía SMS de aquellos datos que desee.
Ya hay siete granjas en España que lo usan y su coste medio es de 120-130 euros por animal.
Fuente. Efeagro