1.4. La Lanzadera del Éxito

Importante: El sentido del éxito

El éxito en la vida siempre viene y se va, no es un lugar a donde se llega, más bien es una forma de vida, porque siempre hay una sensación de que no lo hemos conseguido todo, de que la vida es incompleta y eso nos mueve hacia delante. Ana Isabel Carrasco.

En el camino del desarrollo personal del emprendedor hay un horizonte anhelado al que se pretende llegar a toda costa: el Éxito. Pudiera parecer que el éxito es el final del camino, cuando realmente debe ser una constante retadora que nos predisponga a hacer las cosas bien, a una mejora continua, a obtener una calidad total, pasos pequeños, pasos a diario, desarrollo cotidiano que sumados todos nos lanzan a la consecución del éxito.

Como se llega al Éxito: Aptitudes y fundamentos

Y a lo hemos apuntado el éxito no es el final del viaje, es una aptitud diaria, un enfoque constructivo, positivo y crediticio avalado  por nuestras capacidades que se va apalancando en el día a día de nuestra actividad emprendedora, gracias al esfuerzo y  motivación que le imprimimos.

Tampoco vamos a ofrecer recetas para el éxito dado que no los hay, hasta el punto de garantizar su consecución, huyamos de quirománticas fórmulas más propias de la “bonoloto” que de la realidad que vamos a protagonizar. Lo que si podemos hacer es estudiar las capacidades y aptitudes que nos posibiliten el tránsito del camino al Éxito.

1. Aptitud Ética: Lo venimos anunciando, el emprendedor debe fraguar su idea de negocio y la posterior gestión del mismo en unos valores de ética empresarial. La sensación de que el objeto de nuestro emprendimiento produce utilidad en sus usuarios-clientes reportando beneficios y aportando satisfacciónes, donde no cabe el engaño, ni la especulación supone un acicate y objetivo que redundará positivamente en el éxito

2. Aptitud de Autoconocimiento: La introspección personal mediante el diagnóstico continuo nos reporta coherencia, a nosotros y a nuestra empresa. Esta aptitud seria y realista de auto conocernos, debe ser una constante en el proceso de emprendizaje y consolidación, siendo sus frutos más relevantes la Honestidad y la coherencia personal y profesional, baluartes necesarios que nos encaminan al éxito.  

3. Aptitud Autorrealizadora: Esta aptitud es la misma consecuencia del éxito, el trabajo y esfuerzo continuado que nos lleva a cumplir las metas trazadas y los objetivos propuestos. Nos sirve de referencia la famosa pirámide de Maslow, donde el epígono cumbre de las satisfacciones personales se refleja en la autorrealización. Sentirnos realizados nos invita a mejorar continuamente a provocar el éxito, y lo más importante el desarrollo de esta aptitud produce un valiosísimo tesoro cognitivo y experimental  que se convierten en auténticas vitaminas para afrontar y encarar todo tipo de vicisitudes que nos vayamos encontrando en el devenir emprendedor, incluyendo el fracaso.

Del marco de las aptitudes facilitadoras del éxito, nos vamos al marco de los fundamentos o principios cognitivos del éxito, que nos aportan un auténtico mapa de ruta para capacitar nuestro entrenamiento por el éxito.

1. El Principio o fundamento de Control:

Este fundamento se construye desde la sensación de autocontrol que hemos citado con anterioridad. Más en concreto de la sensación que experimentamos cuando tenemos “las riendas de nuestro proyecto”, también denominado “locus de control interno”. Frente a este principio, y en completa oposición, sería estar dominados por el “locus de control externo”, o lo que es lo mismo imputar nuestra situación a fenómenos externos a nosotros, buena-mala suerte,  buena-mala coyuntura económica, etc. Cultivar el autocontrol nos acerca a los escenarios del éxito.

Saber más: Locus de Control

El Locus de Control es un rasgo emocional de la persona que determina y controla el rumbo de su vida,  propuesto a partir de la teoría del aprendizaje social por Julian B. Rotter y Murly en 1965, El Locus de Control (LC)  propone dos escenarios determinantes, el Locus de Control Interno y el Locus de Control Externo.

Locus de control interno: percepción del sujeto de que las cosas ocurren principalmente como efecto de sus propias acciones, es decir la percepción que él mismo controla su vida. La persona valora positivamente el esfuerzo, la habilidad y responsabilidad personal como determinantes de su vida.

Locus de control externo: percepción del sujeto que las cosas ocurren como resultado del azar, el destino, la suerte o el poder y decisiones de otros.  La persona reconoce que su vida está determinada por circunstancias ajenas a sí mismo.

2. Principio o Fundamento de Causalidad:

Saber e interpretar en nuestro proceso emprendedor todas las situaciones que nos sobrevengan, sometiéndolas al estudio relacional  de causa y efecto, construye nuestro saber hacer a la vez que fortalece el sentido racional de explicación del porqué ocurren unos cosas y no otras.

3. Principio o Fundamento de Autoafirmación:

Consecuencia del autoconocimiento y principio clave para construir la evolución de nuestra coherencia y credibilidad cara a nosotros y los demás.

4. Principio o Fundamento de la Expectativa:

Consecuencia natural de los procesos de autoconocimiento y autorrealización, que facilita la visión esperada, la meta por cumplir y la satisfacción del proceso expectativo que generamos con nuestro proyecto emprendedor. Este principio reporta garantías y confianza para el logro exitoso.

Lanzaderas del Éxito:

5. Fundamento o Principio de la Empatía:

La empatía tanto por lo que somos por lo que hacemos es el producto de nuestro buen hacer. Este principio de atracción es capital para comprender y alcanzar el éxito, si nuestro producto o servicio atrae, tenemos una respuesta de satisfacción de nuestros clientes, por lo que establecemos una relación empática de comunicación bidireccional con resultado de éxito.

6. Principio o Fundamento de la Corresponsabilidad.

Este principio se alimenta de los anteriores, al proponernos el fortalecimiento de la responsabilidad de nuestro producto o servicio, como garantía de satisfacción

Finalmente, tenemos que valorizar el fracaso, como fuente de conocimiento que nos retroalimenta a hacer las cosas mejor de lo que lo hicimos, valga como conclusión de lo expuesto las palabras de Paulo Cohelo:”Nadie está a salvo de las derrotas. Pero es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños, que ser derrotado sin saber siquiera por qué se está luchando”.

Ejemplo: Extracto Entrevista de Eduard Punset a Ian Robertson, profesor de Psicología del Trinity College, Dublín. El éxito llama al éxito.

Eduard Punset:

Ian, lo primero que querría preguntarte es a ver si me puedes contestar por qué algunas personas creen que siempre van a ganar, que son ganadores, y otras son tímidas y no se ven para nada como ganadoras.

Ian Robertson:

Es una pregunta muy buena, Eduard, y como en la mayoría de los casos no hay una única respuesta. Sin embargo, creo que las experiencias de éxito precoces y la confianza que generan son un factor clave porque lo fundamental del éxito es que el éxito llama al éxito. Se trata de un feedback positivo. Así que si tienes éxito en la vida, estás más preparado para tener éxito, vistos los efectos que el éxito provoca en la mente y el cerebro.

Vídeo sugerido: Aceptar el fracaso. Elsa Punset. Descubre cómo gestionar el capital básico de las emociones.

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